Las Cuatro Moradas Sublimes son cualidades humanas que todos podemos desarrollar para tener un corazón despierto y una mente en paz.
La ecuanimidad no es ausencia de emociones, sino presencia en medio de ellas. Es el arte de mantenerse en pie cuando todo se tambalea.
Contemplar es observar sin juicio. Es permitir que las cosas sean tal como son, sin necesidad de corregirlas ni interpretarlas de inmediato. Es mirar desde el corazón y no solo…
Cada vez que escuchas con compasión, cada vez que actúas desde el amor y no desde el ego, estás encarnando el espíritu del Bodhisattva.

