Los entornos naturales ayudan a desconectarse del ruido y las distracciones del mundo moderno para reconectar con el mundo interior.
Es una práctica que implica poner el cuerpo en contacto directo con la tierra para absorber sus electrones y así mejorar el bienestar.
Los espacios verdes y al aire libre ofrecen una oportunidad para la relajación, el descanso, la renovación y la recarga de energías.
Es una forma de meditación en movimiento que nos ofrece una pausa necesaria en nuestra ajetreada vida diaria.
Pasar tiempo en la naturaleza tiene muchos beneficios, desde mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés hasta mejorar la salud física y mental.
La naturaleza cura el alma; hay algo en ella que te hace sentir vivo, renovado y en paz contigo mismo.