Ser una persona espiritual es recordar que somos parte de algo más grande, que nuestras acciones importan y que la vida tiene un propósito más allá de lo material.
Las terapias asistidas con caballos no solo ayudan a sanar, sino también a reconectar con el ser interior, en un entorno amoroso, natural y profundamente transformador.
El aura está compuesta por varias capas o cuerpos energéticos que interactúan entre sí, y que reflejan tanto el equilibrio interno como la influencia del entorno.
La equinoterapia es un enfoque terapéutico que utiliza la interacción con caballos como medio para facilitar procesos psicológicos, emocionales, conductuales y físicos.
La Toltequidad nos enseña que, para vivir en plenitud, es necesario habitar en armonía con nuestros propios elementos internos, pues ellos reflejan la relación que sostenemos con el mundo natural.